Una alimentación equilibrada puede ayudar a potenciar la respuesta inmunitaria y a prevenir enfermedades y algunos estudios han indicado que el tipo de dieta también puede influir en la evolución de la infección por coronavirus SARS-CoV-2, y ahora un nuevo estudio ha mostrado que las personas que siguen una dieta predominantemente basada en plantas o vegetariana tienen hasta un 39% menos probabilidades de contraer COVID-19.
La investigación que ha llegado a esta conclusión se ha publicado en BMJ Nutrition Prevention & Health y sus autores han explicado que sus hallazgos sugieren que una dieta rica en verduras, legumbres y nueces, y baja en productos lácteos y carne, puede ayudar a prevenir esta enfermedad infecciosa.
Los investigadores decidieron analizar el impacto potencial de los patrones dietéticos en la incidencia, gravedad y duración de la infección por coronavirus entre 702 voluntarios adultos, que fueron seleccionados entre marzo y julio de 2022. Estos individuos respondieron a encuestas para informar sobre sus patrones alimentarios habituales y la frecuencia con la que consumían los grupos de alimentos, así como sobre su estilo de vida y su historial médico, incluida la vacunación contra el COVID-19.
Después fueron divididos en grupos dietéticos omnívoros (424) o predominantemente vegetales (278). El grupo de los que tomaban alimentos de origen vegetal se dividió a su vez en flexitarianos/semi-vegetarianos, que comían carne tres o menos veces por semana (87), y vegetarianos y veganos (191).
Los que refirieron seguir dietas predominantemente vegetales o vegetarianas comían habitualmente más verduras, legumbres y frutos secos, y menos o nada de lácteos y carne. No hubo diferencias significativas en el sexo, la edad o la vacunación entre los grupos de omnívoros y los que consumían más verduras, aunque en este segundo grupo había un número significativamente mayor de personas que habían cursado estudios superiores.
Los omnívoros también informaron una tasa más elevada de problemas médicos y tasas más bajas de actividad física, y la prevalencia de sobrepeso y obesidad fue significativamente mayor entre los omnívoros, todos ellos factores asociados con un mayor riesgo de contraer el COVID-19 y de experimentar síntomas o complicaciones más graves.
En total, 330 personas (47%) dijeron haber tenido COVID-19. De ellos, 224 (32%) dijeron que tenían síntomas leves y 106 (15%) síntomas de moderados a graves. Los omnívoros tuvieron una incidencia significativamente mayor de COVID-19 que los grupos con dietas basadas en plantas: 52% frente a 40%. También tenían más probabilidades de haber tenido una infección de moderada a grave: el 18% frente a poco más del 11%, aunque no hubo diferencia en la duración de los síntomas.
“Los patrones dietéticos basados en plantas son ricos en antioxidantes, fitoesteroles y polifenoles, que afectan positivamente a varios tipos de células inmunes y muestran propiedades antivirales”
Después de tener en cuenta factores que podrían influir en los resultados, como el peso, los problemas de salud previos y los niveles de actividad física, no hubo diferencias generales en la gravedad de los síntomas entre los grupos de omnívoros y los de dieta basada en plantas, pero aquellos que seguían una dieta predominantemente basada en plantas o vegetariana/vegana tenían un 39% menos probabilidades de contraer la infección que los omnívoros.
Sin embargo, al tratarse de un estudio observacional no se han podido establecer factores causales, y sus autores reconocen que, además, el estudio se basó en recuerdos personales y evaluaciones subjetivas, que pueden conducir a errores. A pesar de ello, concluyen: “A la luz de estos hallazgos y los de otros estudios, y debido a la importancia de identificar los factores que pueden influir en la incidencia de COVID-19, recomendamos seguir dietas basadas en plantas o patrones dietéticos vegetarianos”. Para explicar sus hallazgos los investigadores sugieren que es posible que las dietas predominantemente basadas en plantas proporcionen más nutrientes que estimulen el sistema inmunitario y ayuden a combatir las infecciones virales. “Los patrones dietéticos basados en plantas son ricos en antioxidantes, fitoesteroles y polifenoles, que afectan positivamente a varios tipos de células implicadas en la función inmune y muestran propiedades antivirales directas”, escriben.
La salud mental es esencial en todas las etapas de la vida, pero en la tercera edad, se vuelve aún más crucial. Un aspecto clave es la prevención del Alzheimer, una preocupación común en esta etapa de la vida. Asegurar una mente activa, socializar, mantenerse físicamente activo y llevar una dieta equilibrada son pasos fundamentales para preservar la salud mental y prevenir el Alzheimer. ¡Cuidémonos y promovamos un envejecimiento saludable! 🧠✨
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