Beber agua por la mañana puede ofrecer algunos beneficios para la salud, sobre todo si se toma como alternativa a una bebida matinal. Sin embargo, conviene conocer también los «riesgos» potenciales de este hábito matutino.
Beber agua es muy importante para muchos procesos corporales, que van desde el transporte de nutrientes a las células, o la regulación de la temperatura corporal a la lubricación de las articulaciones.
Pero en concreto, si una persona reemplaza su bebida matutina habitual con agua, podría proporcionarle varios beneficios para la salud asociados con un mayor consumo de agua. Este artículo explora cuáles pueden ser estos beneficios y qué evidencia científica hay detrás de cada una de estas ventajas.
También analizamos diferentes formas de darle sabor al agua y si existe algún riesgo asociado a ingerir agua potable.
Algunas personas creen que beber agua por la mañana puede ayudar a perder peso. Por ejemplo, un estudio de la Facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo-CEU encontró que una mayor ingesta de líquidos tenía vínculos con una mejor composición corporal en los adultos jóvenes.
Un estudio más antiguo de 2010 concluyó que los adultos de mediana edad y mayores perdían más peso cuando bebían 500 mililitros (ml) de agua antes de cada comida durante 12 semanas.
Los investigadores atribuyeron en parte esta pérdida de peso a la disminución de la ingesta energética de las comidas entre los participantes que bebieron agua. Esto significa que comieron menos comida que las personas que no tomaron agua antes de las comidas.
La termogénesis es la producción de calor. Cuando una persona bebe agua fría, se produce la termogénesis para calentar el agua que ingresa al cuerpo, que quema calorías.
Un estudio anterior de 2013 analizó la ingesta de agua de 50 niñas, con un índice de masa corporal de 25 a 29,9, junto con una dieta nutritiva. Descubrió que su peso corporal había disminuido después de que aumentaron su ingesta de agua a 500 ml, tres veces al día, durante 8 semanas. Los participantes bebieron el agua antes del desayuno, el almuerzo y la cena.
Los investigadores atribuyeron la pérdida de peso a la termogénesis inducida por el agua. Sin embargo, estos estudios no pueden afirmar definitivamente que solo la ingesta de agua condujo a la pérdida de peso. Además, los resultados no necesariamente significan que beber agua específicamente por la mañana ofrezca efectos de pérdida de peso.
El agua puede tener un impacto en la cognición y el rendimiento mental; incluso una deshidratación menor puede tener efectos adversos en la cognición, según un estudio de la Universidad de Swansea.
A revisión de estudios llevada a cabo en 2019 examinó el efecto de la hidratación sobre el rendimiento cognitivo. Encontró que había una tendencia a mejorar el rendimiento mental en los participantes del estudio hidratados. Sin embargo, los investigadores notaron que los resultados no fueron estadísticamente significativos.
Además, los participantes del estudio bebieron agua durante todo el día. Esto puede sugerir que la hidratación a lo largo del día puede ser necesaria para un mejor rendimiento mental en lugar de solo beber agua por la mañana.
Otro trabajo chino también de 2019 en estudiantes universitarios varones encontraron que la deshidratación tenía efectos negativos sobre la memoria y la atención a corto plazo. La memoria y la atención a corto plazo mejoraron una vez que los participantes se rehidrataron nuevamente.
Por lo tanto, si una persona desea aumentar su rendimiento mental, específicamente por la mañana, beber agua puede ayudar.
El agua potable también puede tener efectos positivos en el estado de ánimo de una persona. Así lo apunta un estudio de 2014 que halló que las personas que generalmente bebían cantidades bajas de agua tenían un mejor estado de ánimo cuando aumentaban su ingesta de agua.
La misma investigación encontró que cuando las personas, que normalmente bebían grandes volúmenes de agua, disminuían su ingesta de agua, experimentaban más sed, una disminución de la satisfacción y una reducción de la calma y las emociones positivas.
Otra investigación de 2019 también concluyó que la deshidratación afectaba negativamente el estado de ánimo, mientras que la rehidratación mejoraba el estado de ánimo y los síntomas de fatiga.
Teniendo esto en cuenta, es posible que una persona desee beber agua durante todo el día para experimentar efectos positivos prolongados en su estado de ánimo.
Algunas personas creen que un aumento en la ingesta de líquidos puede mejorar la apariencia y la salud de la piel.
La piel contiene aproximadamente 30% agua, que la ayuda a mantenerse tersa, mejorando su elasticidad y resistencia.
Un estudio más antiguo de 2015 encontró que una mayor ingesta de agua puede tener un efecto positivo en la fisiología de la piel: parecía más hidratada, especialmente en los participantes que generalmente bebían menos agua.
Una revisión de 2018 encontró que el aumento de la ingesta de agua puede mejorar la hidratación de la capa externa de la piel. Sin embargo, los investigadores señalaron que no estaba claro si esto beneficiaría a los adultos mayores.
Sin embargo, incluso una hidratación adecuada de la piel puede no ser suficiente para prevenir las arrugas o contrarrestar los efectos del sol, la genética o el medio ambiente. Por lo tanto, beber agua durante todo el día puede ayudar a una persona a hidratar su piel, pero es posible que no note cambios significativos en su apariencia.
La ingesta adecuada de agua también es importante en muchas funciones corporales:
La salud mental es esencial en todas las etapas de la vida, pero en la tercera edad, se vuelve aún más crucial. Un aspecto clave es la prevención del Alzheimer, una preocupación común en esta etapa de la vida. Asegurar una mente activa, socializar, mantenerse físicamente activo y llevar una dieta equilibrada son pasos fundamentales para preservar la salud mental y prevenir el Alzheimer. ¡Cuidémonos y promovamos un envejecimiento saludable! 🧠✨
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